Área de sensorial
El área de sensorial ayuda al niño a ordenar sus sensaciones
y a descubrir relaciones lógicas entre diferentes formas, tamaños, colores,
texturas, sonidos, sabores y también a sensibilizarse a sutiles graduaciones.
El niño pequeño se enfrenta al mundo que le rodea usando
constantemente todos sus sentidos. Primero se relaciona con la clasificación
del ambiente, este es un proceso gradual. El niño observa, luego manipula
dejando caer las cosas. Para oír, el primero selecciona los sonidos de las
voces humanas y empieza a comunicarse. El tiene una necesidad de explorar su
ambiente cada vez mayor. Aquí empieza el proceso gradual de la organización del
intelecto.
El niño a los seis (6) meses de edad puede distinguir
ciertos objetos que vienen a su mente y los graba. El aprende a separar
distintas características en su mente y las relaciona con objetos específicos.
Estas impresiones se canalizan y exteriorizan a través de los sentidos. Esta
experiencia sensorial y la necesidad para llevar a cabo esta experiencia
empiezan a principio de la vida y orienta al niño hacia la formación
intelectual. Por esto el material sensorial, es para ayudar al niño en la
formación del intelecto, no para dar nuevas sensaciones.
El objetivo del material sensorial es que el niño adquiera
una clasificación clara y consciente de las cosas.
La Dra. Montessori llamo al material sensorial “abstracción
materializada” porque por el trabajo el niño puede llegar a la abstracción. El resultado
no es solamente la habilidad para distinguir cualidades, sino también para
formar un juicio independiente y una mente clara y ordenada, la cual es muy
necesaria para agudizar la inteligencia.
Los materiales Sensoriales ayudan a los niños a explorar y
refinar los cinco sentidos clásicos de la vista, el oído, el gusto, el tacto y
el olfato, así como los sentidos complejos de temperatura (térmica), bárico (peso)
y estereognóstico (identificación de objetos por tamaño y forma) basado solo en
el tacto).
Otro aspecto importante del material sensorial es el
aislamiento de las cualidades, pues la atención es enfocada cuando se aísla la
cualidad. Cada material aísla una cualidad, como el color, la forma, la
rugosidad o la longitud, y luego varía solo esa cualidad. Este aislamiento de
lo que es diferente en un solo aspecto permite a los niños percibir las
"habilidades cognitivas piagetianas, como la correspondencia uno a uno, la
clasificación y la seriación". (Chattin-McNichols, La Controversia
Montessori)
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